InfoSalud/ Internacional – En el complejo día a día de las consultas de atención primaria, donde la incertidumbre es una constante, muchos profesionales de la salud confían en tener «corazonadas» sobre el pronóstico de sus pacientes. Estas intuiciones, a menudo criticadas por su aparente falta de base científica, están comenzando a ser objeto de estudio riguroso, revelando su potencial utilidad en el diagnóstico médico.
Una «corazonada» en medicina se define como la sensación, más allá de los datos clínicos evidentes, de que algo grave podría estar ocurriendo o, por el contrario, que no hay motivo de preocupación. «La mayoría de los médicos de familia las tienen durante las primeras visitas, al lado o en diagonal al criterio estrictamente racional», explica el Dr. Bernardino Oliva Fanlo, médico de familia en Mallorca, quien ha dedicado una década a su estudio.
El Dr. Oliva relata un caso ilustrativo: «Se trataba de un paciente relativamente joven que vino por molestias digestivas. Decía que se encontraba cansado, pero mantenía el apetito y no había perdido peso. Era un chico joven y deportista, que apenas venía a consulta». Sin embargo, la persistencia del paciente en acudir, primero solo y luego acompañado, activó una alarma en el Dr. Oliva. «No parecía que hubiera problemas personales, de pareja o en el trabajo, y no mostraba ningún signo clínico específico que hiciera pensar en un problema de gravedad, pero tuve la sensación de que algo no estaba yendo bien. Pedí que lo derivaron a un especialista de digestivo mientras yo mismo le pedía una ecografía: tenía un cáncer de páncreas.»
La Ciencia Detrás de la Intuición
Estas «voces de alarma» son descritas por los médicos como un «sexto sentido» o una «vocecita en la cabeza». Contrario a la creencia popular de ser puramente irracionales, la evidencia científica emergente sugiere que estas corazones se asemejan al «sistema 1» de pensamiento propuesto por el psicólogo y premio Nobel Daniel Kahneman: un proceso automático, emocional y subconsciente, profundamente impulsado por la experiencia.
«Las corazonadas no son del todo irracionales», aclara el Dr. Oliva. «Hay factores que exceden al algoritmo.» Aunque influenciadas por la emoción, estas intuiciones intentan asociar nueva información con patrones existentes en el cerebro del médico, forjados a través de años de práctica clínica. El propio Kahneman señaló que «la intuición profesional es a veces maravillosa ya veces errónea», destacando la importancia de discernir entre una habilidad intuitiva genuina y el exceso de confianza.
Un Gatillo para la Acción Diagnóstica
Tanto el Dr. Oliva como la Dra. Melania Priego, médica en el Centro de Atención Primaria del barrio del Clot en Barcelona, coincide en que estas corazonadas actúan como un «gatillo o interruptor» para profundizar la exploración y solicitar pruebas adicionales, e incluso derivar al especialista. «Nuestros pacientes muchas veces no están en las guías clínicas», explica la Dra. Priego, subrayando que la intuición impulsa la búsqueda de respaldo científico que confirma o descarta la sospecha.
La evidencia respalda la frecuencia de estas intuiciones: aparecen hasta en el 97% de las consultas por un nuevo motivo. Un estudio liderado por el Dr. Oliva en cuatro provincias españolas reveló que la probabilidad de cáncer o enfermedad grave tras una corazónnada era del 12%. Más llamativo aún, un estudio danés mostró que las corazones fueron correctas en el 24% de las ocasiones, siendo uno de los tres motivos de mayor acierto para la derivación rápida en casos de cáncer.
La Complejidad del Equilibrio: Corazones de Alarma vs. Corazones de Seguridad
La medicina primaria se enfrenta a un delicado equilibrio: no pasar por altos diagnósticos graves, pero evitar el exceso de pruebas que generan gastos innecesarios y ansiedad. En este contexto, las corazonadas actúan en dos vertientes:
- Corazones de Alarma: La intuición de que algo grave está sucediendo, incluso sin criterios objetivos claros. La Dra. Priego relata el caso de un paciente que, aunque con síntomas de depresión, su «corazonada» la llevó a una exploración más profunda, detectando un linfoma.
- Corazones de Seguridad: La intuición de que, a pesar de síntomas poco claros, no hay un problema grave. El Dr. Oliva cita un caso de un paciente con fiebre y tos que, pese a los signos, la «corazonada» de la médica indicó que no era neumonía, y se recuperó sin pruebas adicionales.
Aunque el acierto no es del 100%, los estudios apuntan a resultados consistentemente positivos. «Los pacientes no se enfadan porque no aciertas, sino cuando perciben que no estás poniendo todo de tu parte», señala el Dr. Oliva.
La Importancia de la Relación Médico-Paciente y la Longitudinalidad
Para el Dr. Ramón Salazar, jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología, «la intuición es una herramienta esencial en medicina, pero debe ser cultivada y utilizada con responsabilidad». Recomienda un «buen equilibrio entre intuición y evidencia», advirtiendo sobre el riesgo de reducir el rigor científico o ignorar nuevas tecnologías si la intuición no se complementa con la evidencia.
Un factor clave en la efectividad de las corazonadas es la longitudinalidad en la relación médico-paciente, es decir, el tiempo que un mismo médico atiende a un paciente. Los estudios indican que la capacidad de acierto de las intuiciones aumenta con la experiencia del profesional y, paralelamente, con los años que lleva atendiendo a un mismo paciente. «Conocer cómo se comporta habitualmente la o el paciente y cómo se relaciona con la enfermedad permite que incluso pequeños cambios en su actitud, en la forma de explicar los síntomas que presenta, faciliten la sospecha de que algo distinto está sucediendo», explica el Dr. Oliva.
En última instancia, como escribió el oncólogo Siddhartha Mukherjee, «una intuición fuerte es mucho más poderosa que una prueba débil». La medicina basada en la evidencia aboga por integrar la experiencia clínica individual con la mejor evidencia externa. «Y bueno, al fin y al cabo, eso es la medicina personalizada», concluye la Dra. Priego, resaltando la relevancia de estas «corazonadas» en el futuro de la atención médica.
Información con El País