Santo Domingo.- familias de diversas localidades acudieron este sábado a las emergencias de los hospitales Robert Reid Cabral y Francisco Moscoso Puello en busca de atención médica para sus seres queridos.
En el Hospital Robert Reid Cabral, Suriela, madre de un niño de seis años que solo puede consumir «yogur y agüeita», expresó su preocupación: «Él sufre de eso siempre, lo tengo que operar. Ahora hay que esperar que la inyección le haga efecto». Pese a residir en Arroyo Hondo II, Suriela planea trasladar a su hijo al Hospital Taiwán en Azua debido a un viaje familiar programado para este lunes.
Mientras tanto, Dorca Novas, madre de una niña especial de seis años con congestión nasal y dificultad respiratoria, señaló que el servicio recibido fue satisfactorio: «Había unas cuantas personas cuando llegamos, pero me atendieron muy bien». La emergencia del Robert Reid Cabral registra actualmente una menor afluencia debido a la reducción de consultas durante las festividades.
Por otro lado, Rosa Vásquez, madre de una bebé de tres meses proveniente de Monte Plata, enfrenta un caso complejo: la niña estuvo ocho días hospitalizada con neumonía, ameba y arritmia. «Ahora tenemos que ir a Cedimat a hacerle unos estudios para estar seguros de lo que tiene», comentó Rosa, mientras se preparaba para el ingreso de su hija en el Robert Reid.
La directora del hospital, Mabel Jones, informó que la emergencia pediátrica recibe entre 15 y 20 niños al día, principalmente por afecciones respiratorias. Además, destacó que las consultas han disminuido en más del 60% durante la temporada navideña.
En el Hospital Francisco Moscoso Puello, Harold Jiménez, residente del barrio 27 de Febrero, llevó a su hija de un año por congestión severa: «La nebulizaron y estamos esperando porque hay que hacerle otra ronda. Está muy congestionada y su hermano, de tres años, también tiene fiebre». Jiménez calificó el servicio recibido como adecuado.
La emergencia de adultos también registró casos como el de una mujer con una reacción alérgica severa y dos familias afectadas por eventos cardiovasculares. Pedro Ozoria acompañó a su cuñado Pablo, quien sufrió su segundo accidente cerebrovascular tras haber superado el primero hace 12 años. Por su parte, una paciente de Yamasá, quien recibió una transfusión sanguínea tras 10 días internada, celebró su alta hospitalaria justo a tiempo para el fin de año.
A pesar de la reducción de consultas, las unidades de hemodiálisis y de Pie Diabético del Moscoso Puello continúan recibiendo pacientes regularmente.
